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martes, 18 de septiembre de 2012

Ese saborcito a...

Alguien preguntó por ahi ¿por qué amábamos a Guatemala?, y es una pregunta seria, que puede contestarse con cualquier sentimiento... el religioso... de que Dios "nos puso en esta tierra". El patriota, porque "aqui nacimos y aqui queremos morir"... y la pregunta me caló...

Yo creo que amo a mi tierra por su saborcito... (entre otras cosas), porque somos únicos, tenemos algunas cosas que nadie más tiene, como el placer de sentir el panito de manteca, remojado en el café con leche... o como hace mi viejo... mojar el pan francés en chocolate caliente, eso sí... de Xela y bien espeso...

Ese saborcito que nos queda desde que somos niños, a los chicles Fragans... y a la Grapetía... o como dije en un post anterior, las Vitalinas... o quizás sin ir más lejos al mango verde con pepita que comíamos cuando salíamos del colegio.

Ese saborcito a feria, cuando comemos algodón de azúcar, entremezclado con melcocha y dulce de pepita, coco en rapadura y lo rematamos con unos buenos buñuelos. Y al finalizar el colazo por la feria, a tomarnos ese atolito de elote con granitos (indispensable) y una tostada de guacamol, con salsa arriba y con todo dice la seño... (cebolla, perejil picado y queso de Zacapa).

Es eso lo que me queda en la mente, cuando de pronto veo una foto de cocido de res... y nadie le atina a qué quiere decir "guisquil" o "perulero". Y menos se imaginan que al plato de caldo con carne, le vamos a echar una cantidad industrial de aguacate (palta por estos lares), chile, limoncito y sal.

Ese saborcito a infancia, que me recuerda el septiembre de marchas. Ver a los cebolleros y a los del infantes con sus uniformes de gala y de kepi. El olor a los buñuelos, y sentir en el rostro el viento de volar barriletes en Kaminal Juyú... en noviembre. La ida a Xela a comer fiambre el 1o de noviembre, y por consecuencia el dulce de ayote... los jocotes en miel... y si quedaba espacio, un pache de la Tía Viole... bien sazonado...

Ahora vivo en otro mundo, con sabores diferentes, y sé que estoy tejiendo un mural de nuevas experiencias... ni mejores, ni peores, son otras... pero... ese saborcito a Guatemala, nadie me lo quita de la boca...

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