el Cerrito
Para los que vivimos en la Guatemala, donde todavía se podía salir a pasear con seguridad, este era uno de los destinos del domingo. Me acuerdo aun que mi padre nos llevaba a practicar nuestro deporte favorito: una especie de Rappel... los paredones de este lugar estaban hechos de piedras (lajas), que tenían cierta inclinación...
Entonces, mis cuatro hermanos y yo (yo siempre de potranca, jajaja) nos subíamos, buscando los agujeritos de las piedras, y escalábamos hasta arriba de la pared, mi padre siempre atento a ver quien se caía de primero... jajajaja... Este si que era un parque, para correr, para ver... con el tiempo, se convirtió en lugar de artistas bohemios, estudiantes que van a dibujar la ermita que está hasta arriba... pero yo tengo años... más de veinte... de no visitarlo...
Entonces, mis cuatro hermanos y yo (yo siempre de potranca, jajaja) nos subíamos, buscando los agujeritos de las piedras, y escalábamos hasta arriba de la pared, mi padre siempre atento a ver quien se caía de primero... jajajaja... Este si que era un parque, para correr, para ver... con el tiempo, se convirtió en lugar de artistas bohemios, estudiantes que van a dibujar la ermita que está hasta arriba... pero yo tengo años... más de veinte... de no visitarlo...
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